Mi definición de la felicidad en Año Nuevo

Once y veinte de la mañana, tranquilidad en la casa, una silla delante de la tele de la cocina, una manta en los hombros, el concierto de Viena recién comenzado, una bola de chocolate negro y brillante en la mano y un montón más en una caja encima de la mesa.

La cena anterior y la comida posterior han sido casi pacificas. Smile

No debería, porque yo no sé mucho de masajes ni nada... Además, a lo peor alguien hace alguna tontería por esto, pero apelo al sentido común de la gente y doy mi receta para el dolor de espalda.

El otro día dormí hecha un ocho y luego notaba una tirantez muy desagradable que horas después se me concentró en un hombro, en forma de dolor. También me costaba girar la cabeza y notaba un pellizco en la zona de la columna.

Por pura casualidad, di con algo que me ayudó, ahí va:

Se coge un juguete de goma dura, tipo pelota para perros, se pone en el suelo y con mucho cuidado se tumba una poniendo el punto doloroso de la espalda justo encima del juguete. Es decir, te quedas tumbada con una cosa molesta debajo del hombro o a un lado de la columna y con la cabeza en ángulo agudo sobre el suelo. Entonces hay que moverse un poco, de forma que el juguete masajee la zona. A veces se producen chasquidos y crujidos leves, pero luego una se siente mucho mejor.

El ejercicio sirve para músculos doloridos, pero seguro que no vale para nada si se tienen vértebras con problemas. Lógico. 

Repito: cuidado, que no todo el mundo es igual. La lentitud, el no tumbarse de golpe, es una buena idea.